Tuve este libro durante meses en la estantería, acongojado ante sus 900 páginas y preguntándome, como ante cualquier volumen de esta envergadura, si merecería la pena leerlo. Ya he olvidado dónde leí la recomendación de este libro, pero evidentemente fue lo bastante persuasiva como para que lo comprase, y aquí me encuentro, tras consumirlo a un saludable ritmo de 100 páginas al día (estar en paro es lo que tiene).
Es una historia de magos para adultos. Para señores respetables como yo, que no pueden ser vistos leyendo Harry Potter. No es que tenga nada que ver con Harry Potter, la verdad. La trama es pausada y el estilo también, cuenta las cosas con profusión de detalles que no se hacen pesados e incluye notas el pie de página muy curiosas remitiéndote a libros de magia y biografías de magos, lo que ayuda a meterte en el libro de una forma bastante original. Los susodichos Jonathan Strange y Norrell son unos caballeros británicos de pura cepa que se dedican a la magia en la Inglaterra de principios del siglo XIX, y toda la historia y su mundo tiene un aire de realismo bastante conseguido aunque se trate de magos.
Estamos en un mundo en el que la magia desapareció unos doscientos años antes de la acción del libro, y estos dos se proponen restaurar su vieja gloria. Mr. Norrell toma como discípulo a Strange, como no podía ser de otra manera, se distancian y se pelean y luego van pasando más cosas y hay una Torre de la Noche Eterna, que es como quiero llamar a mi casa a partir de ahora para asustar a los testigos de Jehová.
No soy fan de los libros de magos en general, y de hecho que yo recuerde este es el primero que leo (bueno, exceptuando los de Mundodisco), sin embargo, este me ha dejado muy buen sabor de boca. Es más, mi única queja sería que falta un poco más de magia espectacular, alguien estallando en llamas o algo así. Pero más allá de eso mi veredicto es: sí, merece la pena recorrerse las 900 páginas. No le tengas abandonado en una estantería al pobre durante meses, él nunca lo haría.
lunes, 25 de junio de 2012
sábado, 16 de junio de 2012
Arthur&George, de Julian Barnes
Resulta complicado en algunos aspectos hacer la reseña de un libro que está bien. Con los libros absolutamente maravillosos, te dejas llevar por el entusiasmo y te sale solo, con los libros horriblemente apestosos te diviertes a base de fustigarlos. En los libros buenos a secas, uno tiene que medirse más...
Arthur&George entra claramente en la categoría de los libros buenos, pero tampoco diría que me ha apasionado (bien es cierto que muy pocos libros a lo largo del año me apasionan). Cuenta la historia real de un crimen que investigó Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Cuando el hombre empezó a tener éxito con las historias del detective, le empezaron a llover cartas de gente que quería que les ayudara a resolver casos de la vida real, a las que él nunca contestaba hasta el caso de George, que es de lo que trata el libro.
El libro de Arthur&George va intercalando las historias de los dos personajes, de forma que vamos viendo cómo aparece el "misterio" de George (empiezan a aparecer unas cartas extrañas firmadas por Dios Satán en las que supuestamente George se autoinculpa de varios crímenes, llegan cientos de cosas a su casa que no ha pedido, y finalmente aparecen mutilados varios caballos y vacas del pueblo en el que vive, de nuevo con cartas en las que supuestamente George se autoinculpa) a la vez que nos cuentan un poco la vida de Doyle, que también es interesante...
En un momento dado las historias se entrecruzan y empieza la investigación. Quien espere una cadena de razonamientos que resuelva el caso como uno de Sherlock Holmes, que se vaya a casa y medite, eso solo pasa en los libros! No contaré el final de la historia, pero aunque no sea al estilo de Sherlock, Arthur hace sus averiguaciones y descubre bastantes cosas.
En fin, la historia está bastante interesante y, desde luego, Julian Barnes escribe estupendamente. Recomendable, en especial si os interesa algo el creador de Sherlock Holmes.
Arthur&George entra claramente en la categoría de los libros buenos, pero tampoco diría que me ha apasionado (bien es cierto que muy pocos libros a lo largo del año me apasionan). Cuenta la historia real de un crimen que investigó Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Cuando el hombre empezó a tener éxito con las historias del detective, le empezaron a llover cartas de gente que quería que les ayudara a resolver casos de la vida real, a las que él nunca contestaba hasta el caso de George, que es de lo que trata el libro.
El libro de Arthur&George va intercalando las historias de los dos personajes, de forma que vamos viendo cómo aparece el "misterio" de George (empiezan a aparecer unas cartas extrañas firmadas por Dios Satán en las que supuestamente George se autoinculpa de varios crímenes, llegan cientos de cosas a su casa que no ha pedido, y finalmente aparecen mutilados varios caballos y vacas del pueblo en el que vive, de nuevo con cartas en las que supuestamente George se autoinculpa) a la vez que nos cuentan un poco la vida de Doyle, que también es interesante...
En un momento dado las historias se entrecruzan y empieza la investigación. Quien espere una cadena de razonamientos que resuelva el caso como uno de Sherlock Holmes, que se vaya a casa y medite, eso solo pasa en los libros! No contaré el final de la historia, pero aunque no sea al estilo de Sherlock, Arthur hace sus averiguaciones y descubre bastantes cosas.
En fin, la historia está bastante interesante y, desde luego, Julian Barnes escribe estupendamente. Recomendable, en especial si os interesa algo el creador de Sherlock Holmes.
viernes, 11 de mayo de 2012
El buen ladrón, de Hannah Tinti
Él me miró desde su estantería, con su portada morado chillón de la colección de bolsillo de Anagrama, y yo no pude resistirme a sus ojitos. La contraportada me prometió aventuras en el viejo oeste y un misterio a resolver, pero lo cierto es que a mitad del libro, nuestra relación empeoró. Pero fui un chico decente y llegué hasta el final, porque no me gusta dejar las cosas a medias.
Pues nada, otro libro con una sinopsis más interesante que el libro en sí. La verdad es que no empieza mal, pero luego nunca llega a despegar. El protagonista es un niño de un orfanato allá por el siglo XIX en América y que es manco, y cuando va pasando el libro y te das cuenta de lo soso que es, entiendes por qué le dejaron abandonado. La cuestión es que un día llega un señor al orfanato y se lo lleva, y se supone que hay alguna misteriosa relación entre ellos. El hombre resulta ser un ladrón, y enseña al niño a robar y ser un pendenciero en general, pero, la verdad, en ningún momento del libro me importó lo más mínimo lo que le pasara al niño. Como he dicho, es un soso. Si me van a poner un ladronzuelo manco de protagonista, espero que sea alguien especial, con algo de chispa, no sé, algo que me interese. Pero el niño este pasa por la novela como quien ve crecer la hierba. En ningún momento te parece que haga nada, sino que se limita a que le pasen cosas (lo cierto es que algo hace, pero la sensación es la misma).
En cuanto al argumento, en un momento dado la autora vio que le estaba saliendo un poco bodrio y dijo "voy a meter otro personaje extravagante". Y pardiez que lo hizo. De repente aparece metido con calzador en la historia un señor enorme que, al final del libro, te das cuenta de que no ha aportado absolutamente nada a la narración. Ha estado ahí, ha hecho alguna cosa totalmente accesoria y luego se muere (spoiler! ¿o había que decirlo antes?).
Y en cuanto al misterio familiar... pues lo dejan de lado durante la mayor parte del libro y luego lo retoman al final, y tampoco es que sea tan sorprendente y la verdad es que, aunque lo fuera, para cuando llegas al final del libro te importa un pito el parentesco del niño y si es hijo de una comadreja casada con un ñu.
¿Aspectos positivos? Se lee rápido.
Pues nada, otro libro con una sinopsis más interesante que el libro en sí. La verdad es que no empieza mal, pero luego nunca llega a despegar. El protagonista es un niño de un orfanato allá por el siglo XIX en América y que es manco, y cuando va pasando el libro y te das cuenta de lo soso que es, entiendes por qué le dejaron abandonado. La cuestión es que un día llega un señor al orfanato y se lo lleva, y se supone que hay alguna misteriosa relación entre ellos. El hombre resulta ser un ladrón, y enseña al niño a robar y ser un pendenciero en general, pero, la verdad, en ningún momento del libro me importó lo más mínimo lo que le pasara al niño. Como he dicho, es un soso. Si me van a poner un ladronzuelo manco de protagonista, espero que sea alguien especial, con algo de chispa, no sé, algo que me interese. Pero el niño este pasa por la novela como quien ve crecer la hierba. En ningún momento te parece que haga nada, sino que se limita a que le pasen cosas (lo cierto es que algo hace, pero la sensación es la misma).
En cuanto al argumento, en un momento dado la autora vio que le estaba saliendo un poco bodrio y dijo "voy a meter otro personaje extravagante". Y pardiez que lo hizo. De repente aparece metido con calzador en la historia un señor enorme que, al final del libro, te das cuenta de que no ha aportado absolutamente nada a la narración. Ha estado ahí, ha hecho alguna cosa totalmente accesoria y luego se muere (spoiler! ¿o había que decirlo antes?).
Y en cuanto al misterio familiar... pues lo dejan de lado durante la mayor parte del libro y luego lo retoman al final, y tampoco es que sea tan sorprendente y la verdad es que, aunque lo fuera, para cuando llegas al final del libro te importa un pito el parentesco del niño y si es hijo de una comadreja casada con un ñu.
¿Aspectos positivos? Se lee rápido.
sábado, 21 de abril de 2012
Los juegos del hambre, de Suzanne Collins
Sí, el cuentista enmascarado también ha sucumbido. Y además, volvería a hacerlo.
Llevaba mucho tiempo con este libro pendiente de leer. Lo empecé una vez, pero me echó para atrás el que estuviera escrito en primera persona (ya ves tú que estupidez, pero así son las cosas). La cosa es que cuando vi que iban a estrenar la película, me dije que esto no podía ser y que no me iba a destripar el argumento, así que me puse con ellos.
La verdad es que me llevé una grata sorpresa. Los libros son cortos y van muy al grano (no paran de pasar cosas), pero están muy bien escritos, la historia es interesante y trepidante y además los personajes y sus relaciones tienen cierta chicha.
Para los que viváis en un búnker y vuestra única comunicación con el exterior sea este blog, os diré que Los juegos del hambre está ambientada en un futuro en el que EEUU ha tenido desastres varios y guerras civiles, quedando dividido en 12 distritos y uno que los domina a todos, el Capitolio. Cada año, el capitolio elige un niño y una niña de cada distrito y los suelta en una arena para que se maten entre ellos hasta que quede solo uno (esto es una versión moderna del mito del minotauro, que hacían algo parecido. No es que yo sea un erudito, lo he leído por ahí...). Y nada, en la edición de este año, cogen a la chica guapa arquera y estupenda y pasan cosas que no voy a contar porque os lo destripo.
Como he dicho, los libros son cortos, así que merece mucho la pena la inversión de tiempo, los disfrutaréis seguro. Tampoco te quedas con ganas de más, no porque te aburras, sino porque la cosa queda cerrada perfectamente y te deja satisfecho. Como cuando comes en un restaurante la ración justa, y piensas "podría seguir comiendo pero ya me sentiría como un cochino tragón". Pues eso. Muy recomendable.
Llevaba mucho tiempo con este libro pendiente de leer. Lo empecé una vez, pero me echó para atrás el que estuviera escrito en primera persona (ya ves tú que estupidez, pero así son las cosas). La cosa es que cuando vi que iban a estrenar la película, me dije que esto no podía ser y que no me iba a destripar el argumento, así que me puse con ellos.
La verdad es que me llevé una grata sorpresa. Los libros son cortos y van muy al grano (no paran de pasar cosas), pero están muy bien escritos, la historia es interesante y trepidante y además los personajes y sus relaciones tienen cierta chicha.
Para los que viváis en un búnker y vuestra única comunicación con el exterior sea este blog, os diré que Los juegos del hambre está ambientada en un futuro en el que EEUU ha tenido desastres varios y guerras civiles, quedando dividido en 12 distritos y uno que los domina a todos, el Capitolio. Cada año, el capitolio elige un niño y una niña de cada distrito y los suelta en una arena para que se maten entre ellos hasta que quede solo uno (esto es una versión moderna del mito del minotauro, que hacían algo parecido. No es que yo sea un erudito, lo he leído por ahí...). Y nada, en la edición de este año, cogen a la chica guapa arquera y estupenda y pasan cosas que no voy a contar porque os lo destripo.
Como he dicho, los libros son cortos, así que merece mucho la pena la inversión de tiempo, los disfrutaréis seguro. Tampoco te quedas con ganas de más, no porque te aburras, sino porque la cosa queda cerrada perfectamente y te deja satisfecho. Como cuando comes en un restaurante la ración justa, y piensas "podría seguir comiendo pero ya me sentiría como un cochino tragón". Pues eso. Muy recomendable.
miércoles, 11 de abril de 2012
Tenemos que hablar sobre Kevin, de Lionel Shriver
Es innegable: el título es bastante horrendo. Hace poco sacaron una película basada en este libro, y no me pareció excesivamente interesante. ¿Por qué, entonces, me lo compré? Francamente, no lo sé, pero bienvenido sea el golpe en la cabeza que me llevó a saltarme mis precauciones. El libro es absolutamente estupendo. Un día de estos veré la película para poder decir aquello de "el libro estaba mejor" y poder sentirme superior a la plebe, pero aun no la he visto, así que no puedo decirlo...
Bueno, pues la cosa va de uno de esos adolescentes americanos que se lían a tiros con sus compañeros de clase. El libro está escrito en forma de cartas que la madre del chaval le escribe a su esposo, en las que repasa desde el momento que decidió ser madre hasta el día de la matanza, pasando por toda la infancia del angelito.
Supuestamente, si lees las críticas, el libro trasmite gran ambigüedad sobre si el crío nace así o se va formando su psicopatía por la mala crianza, pero francamente, a mí me pareció desde el principio que el niño era un cabrón con pintas, no vi demasiada ambigüedad... en cualquier caso, el tema de "naturaleza vs. crianza" es bastante accesorio a la hora de disfrutar del libro. Es denso en el buen sentido de la palabra (es decir, tiene chicha por todos lados), te mantiene enganchado aunque no haya misterios que resolver, el estilo narrativo es fabuloso y la historia muy interesante.
Es uno de esos libros que devoras, pero aun así tardas en acabar (es un poco largo, afortunadamente), y de los que te dejan completamente satisfecho al acabarlo. Corred a comprarlo, insensatos!
Bueno, pues la cosa va de uno de esos adolescentes americanos que se lían a tiros con sus compañeros de clase. El libro está escrito en forma de cartas que la madre del chaval le escribe a su esposo, en las que repasa desde el momento que decidió ser madre hasta el día de la matanza, pasando por toda la infancia del angelito.
Supuestamente, si lees las críticas, el libro trasmite gran ambigüedad sobre si el crío nace así o se va formando su psicopatía por la mala crianza, pero francamente, a mí me pareció desde el principio que el niño era un cabrón con pintas, no vi demasiada ambigüedad... en cualquier caso, el tema de "naturaleza vs. crianza" es bastante accesorio a la hora de disfrutar del libro. Es denso en el buen sentido de la palabra (es decir, tiene chicha por todos lados), te mantiene enganchado aunque no haya misterios que resolver, el estilo narrativo es fabuloso y la historia muy interesante.
Es uno de esos libros que devoras, pero aun así tardas en acabar (es un poco largo, afortunadamente), y de los que te dejan completamente satisfecho al acabarlo. Corred a comprarlo, insensatos!
viernes, 23 de marzo de 2012
En las antípodas, de Bill Bryson
Si no conoceis a este hombre, hacéis muy mal. Se hizo muy famoso con sus libros de viaje (como este) y luego más famoso aun con otro de divulgación científica, Una breve historia de casi todo.
Yo he leído unos cuantos libros suyos y, hasta ahora, este es el que más me ha gustado. Cuenta su viaje por Australia. Y si te estás preguntando que por qué deberías aguantar el relato de viaje de un señor que no conoces, cuando ni siquiera soportas el de tu cuñado, yo te lo digo: a diferencia de tu cuñado, Bill Bryson es muy gracioso. Es un humor diferente al de, por ejemplo, el libro de Tina Fey que comenté, que quizá sea para audiencias selectas como yo. El de Bryson, sin embargo, no puedo imaginarme a quién podría no gustarle (bueno vale, me cuesta ver a Esperanza Aguirre riéndose con el libro, pero eso no cuenta).
Como he dicho, cuenta un viaje por Australia, tanto las ciudades como el outback, que como sabéis es el desierto enorme que ocupa gran parte de su superficie. Todo salpicado de anécdotas y de información sobre el país, como por ejemplo una vez que un primer ministro se metió a bañarse en la playa y nunca volvió a aparecer (corrientes oceánicas? tiburones? medusas?) o los miles de absurdamente venenosos bichos que pueblan el continente (realmente creías que las medusas no podían matar al primer ministro? Piénsalo dos veces...).
Y eso. Aprenderás muchas cosas, y aunque luego olvides todas y cada una de ellas como yo, habrás pasado un buen rato.
Para los miles de fans que compráis los libros que recomiendo en inglés, el título es Down Under.
Yo he leído unos cuantos libros suyos y, hasta ahora, este es el que más me ha gustado. Cuenta su viaje por Australia. Y si te estás preguntando que por qué deberías aguantar el relato de viaje de un señor que no conoces, cuando ni siquiera soportas el de tu cuñado, yo te lo digo: a diferencia de tu cuñado, Bill Bryson es muy gracioso. Es un humor diferente al de, por ejemplo, el libro de Tina Fey que comenté, que quizá sea para audiencias selectas como yo. El de Bryson, sin embargo, no puedo imaginarme a quién podría no gustarle (bueno vale, me cuesta ver a Esperanza Aguirre riéndose con el libro, pero eso no cuenta).
Como he dicho, cuenta un viaje por Australia, tanto las ciudades como el outback, que como sabéis es el desierto enorme que ocupa gran parte de su superficie. Todo salpicado de anécdotas y de información sobre el país, como por ejemplo una vez que un primer ministro se metió a bañarse en la playa y nunca volvió a aparecer (corrientes oceánicas? tiburones? medusas?) o los miles de absurdamente venenosos bichos que pueblan el continente (realmente creías que las medusas no podían matar al primer ministro? Piénsalo dos veces...).
Y eso. Aprenderás muchas cosas, y aunque luego olvides todas y cada una de ellas como yo, habrás pasado un buen rato.
Para los miles de fans que compráis los libros que recomiendo en inglés, el título es Down Under.
martes, 6 de marzo de 2012
El mapa del cielo, de Félix J. Palma
"No había ningún marciano allí. Él lo había aniquilado en un duelo a muerte en los remotos hielos de la Antártida".
Un libro que contenga esta frase solo puede ser una cutrez de serie B o una genialidad absoluta. Me complace anunciar a mi grey que en este caso nos encontramos ante lo segundo. El mapa del cielo es una novela de aventuras a la vieja usanza, tipo Julio Verne, H.G. Wells y demás, pero con una trama enrevesada, curiosa y bastante sorprendente como las que nos sorprendieron con los primeros episodios de Perdidos (solo que esta vez el final es digno) o el manga 20th century boys.
Es la segunda parte de El mapa del tiempo, pero yo no he leído esta y puedo asegurar que no hace ninguna falta para enterarse de la trama o disfrutarla. Lo que pasa es que el resúmen me atrajo tanto que no me vi capaz de esperar a leerme primero la que tocaba, y no me arrepiento, la he disfrutado como un enano!
No sé muy bien cómo resumirla sin reventar algo, pero hay marcianos, viajes en el tiempo, misterios, expediciones a lugares recónditos y aventuras sin fin. El protagonísta, como en el primer libro, es el propio H.G. Wells, aunque hay partes del libro extensas en las que no aparece, y se ambienta en el siglo XIX (el 19, para los que seais de la ESO :P).
Todo es trepidante, interesante y bien engarzado. Nunca será premio Nobel, pero uno se lo pasa pipa leyendole.
Un libro que contenga esta frase solo puede ser una cutrez de serie B o una genialidad absoluta. Me complace anunciar a mi grey que en este caso nos encontramos ante lo segundo. El mapa del cielo es una novela de aventuras a la vieja usanza, tipo Julio Verne, H.G. Wells y demás, pero con una trama enrevesada, curiosa y bastante sorprendente como las que nos sorprendieron con los primeros episodios de Perdidos (solo que esta vez el final es digno) o el manga 20th century boys.
Es la segunda parte de El mapa del tiempo, pero yo no he leído esta y puedo asegurar que no hace ninguna falta para enterarse de la trama o disfrutarla. Lo que pasa es que el resúmen me atrajo tanto que no me vi capaz de esperar a leerme primero la que tocaba, y no me arrepiento, la he disfrutado como un enano!
No sé muy bien cómo resumirla sin reventar algo, pero hay marcianos, viajes en el tiempo, misterios, expediciones a lugares recónditos y aventuras sin fin. El protagonísta, como en el primer libro, es el propio H.G. Wells, aunque hay partes del libro extensas en las que no aparece, y se ambienta en el siglo XIX (el 19, para los que seais de la ESO :P).
Todo es trepidante, interesante y bien engarzado. Nunca será premio Nobel, pero uno se lo pasa pipa leyendole.
viernes, 2 de marzo de 2012
Solar, de Ian McEwan
No me gustó.
...
Esto es crítica literaria de nivel, eh? Bueno, me extenderé un poco más. Antes de nada, he de decir que me encantaron y fascinaron otros libros suyos (Sábado, Expiación, On Chesil Beach). Digo esto para que se vea que no soy inmune a los encantos de este buen hombre, que de hecho me parece magnífico en general.
Pero no en esta obra, la verdad. Me pareció un pinchazo. La crítica decía que era una novela, por primera vez en el autor, humorística (aunque sea un poco), pero a mí ese humor me pasó desapercibido. Bueno, más que eso, lo que pasó es que no me hizo gracia. Encontré todo el libro muy artificioso, todo el rato con la sensación de estar leyendo una historia construida, casi podías ver el proceso del escritor cuando iba poniendo cosas en la trama. Queda un poco feo, como si vieras una obra de teatro por detrás, con el señor que sube la cortina echándose un cigarro y los actores dando saltitos antes de salir a escena. Y yo no quiero ver los entresijos, quiero que me engañen con el truco de magia!Como todos sabeis, el libro va de un científico y del estudio del cambio climático, el científico es mujeriego y desastroso en general y supuestamente eso da lugar a las situaciones cómicas. La verdad es que he puesto el mini resúmen porque se me quedaba la crítica un poco a medias sin él, pero vamos, que la cosa ya está.
Recomendaría vivamente cualquier otro libro suyo antes que este. No todos van a ser buenos, no?
miércoles, 15 de febrero de 2012
Estudio en escarlata, de Arthur Conan Doyle
"Cuentista enmascarado, ¿reseñas un libro de 1887 que casi todo el mundo ha leído?" Así es, porque yo estoy siempre a la última (dento de poco os daré a conocer un autor revelación, Miguel de Cervantes). La cuestión es que las últimas novelas de misterio que me había leído eran tan malas, que decidí revisitar a los clásicos del género como dios manda. Mi conclusión es: si no vas a ser por lo menos la mitad de molón que Sherlock Holmes, por favor, deja de escribir tu novela de misterio y dedicate a tiempo completo a tu trabajo de sexador de pollos.
Bien es cierto que esta es la primera novela de Holmes y no es la mejor, pero aún así ya tiene ese aura estupenda que hace que quieras leer más (de hecho ya me he empezado la siguiente y me estoy planteando seriamente leerme todos los libros del tirón... ya veremos).
Es un libro bastante corto, y la verdad es que Sherlock se deja ver poco, cosa que cambia en los libros posteriores, donde se explota mucho más y mejor al personaje. Pero para ser su presentación, es estupenda, y aunque la historia no es la más lograda de la serie, le sigue dando cien vueltas a las últimas novelas negras que he leído. Así que venga señores, desempolven sus viejos volúmenes de Doyle y disfruten de nuevo, que de vez en cuando hay que visitar a los viejos.
Bien es cierto que esta es la primera novela de Holmes y no es la mejor, pero aún así ya tiene ese aura estupenda que hace que quieras leer más (de hecho ya me he empezado la siguiente y me estoy planteando seriamente leerme todos los libros del tirón... ya veremos).
Es un libro bastante corto, y la verdad es que Sherlock se deja ver poco, cosa que cambia en los libros posteriores, donde se explota mucho más y mejor al personaje. Pero para ser su presentación, es estupenda, y aunque la historia no es la más lograda de la serie, le sigue dando cien vueltas a las últimas novelas negras que he leído. Así que venga señores, desempolven sus viejos volúmenes de Doyle y disfruten de nuevo, que de vez en cuando hay que visitar a los viejos.
lunes, 13 de febrero de 2012
Super Sad True Love Story, de Gary Shteyngart
Esta es una novela curiosa. Por cierto, he puesto el título en inglés porque en español suena espantoso (Una supertriste historia de amor verdadero, puaj). Lo cierto es que hay una historia de amor, pero también un ambiente futurista medio espantoso que lo impregna todo y mola bastante.
La historia de amor no es lo pastelosa que pueda dar a entender el título, que de hecho diría que es un poco sarcástico. El libro está narrado desde una especie de diario del protagonista y desde los mensajes de una red social de la chica. Queda todo muy bien. Lo cierto es que el libro es un híbrido de ciencia ficción e historia, digamos, de enredos (o algo así). Me parece que no estoy describiendo muy bien la cosa, pero es que es un libro un poco raro.
En mi opinión lo mejor del libro es la ambientación, que al final me intrigaba más que el tema con la chica esa (que bueno, también estaba interesante). Unos Estados Unidos en bancarrota, vendiendo su territorio a cachos a los chinos y árabes, en guerra con Venezuela y con partido único, con un dólar-yuán, y un uso de las redes sociales bastante curioso... todo esto que aquí suena a coñazo, en el libro mola un montón.
En fín, que está muy bien y os lo leáis, fus fus!
Una investigación filosófica, de Philip Kerr
Un nuevo fraude, no sé que me pasa últimamente con las novelas de misterio...
La contraportada lo prometía todo: una investigación ambientada en un futuro próximo, el asesino mata gente con nombre en clave de filósofos que estaban dentro de un programa de protección llamado Lombroso, el asesino es uno de los que están en ese programa y su nombre en clave es Wittgenstein... ¿qué diablos podía salir mal? ¿es que el mundo se ha vuelto loco?
Pues sí, sale mal. No es solo que esté bastante mal traducido (que lo está), sino que la "investigación" es un fraude monumental. ¿Crees que la cosa se resuelve con astucia, lógica y deducciones? Pues te equivocas. Se resuelve por un encuentro casual, porque hipnotizan a un tío y, atentos señoras y señores, por la "intuición femenina" de la detective. Hay tantos cabos mal atados que se podría escribir otro libro sobre ellos. La forma en que pillan al asesino (oh, os he desvelado que al final le pillan! lo siento) es lamentable, hacen unas asunciones totalmente disparatadas (¡atención intuición femenina!) y, ¡anda, que suerte!, ese era el asesino.
Yo esperaba otra cosa, la verdad. El título y la contraportada prometían una investigación en la que las pistas y las deducciones se fueran sucediendo de forma lógica y, posiblemente, en base al pensamiento de los filósofos a los que iba asesinando. Pero no, nada de esto. Una resolución de misterio chapucera y sin gracia, y además con poco ritmo.buuuh!
Bossypants, de Tina Fey
¿Bossyqué? ¿De Tina quién? os oigo declamar. Como me han acusado de reseñar libros que no conoce (ni le importan) a nadie, pues voy a hacer justo eso, para que se quejen con razón.
¿Quién es esta señora? Pues es la guionista y actriz de una serie que en España no conoce ni dios, "30 rock". Es muy graciosa. Así que ví de casualidad (otra compra por impulso, no tengo remedio...) un libro escrito por la creadora de la serie y me dije "esta es la mía".
¿Qué podéis esperar del libro? Pues es una especie de autobiografía suya. ¿Y por qué debería importarte la vida de una señora que no te suena de nada? Pues no debería. A mí tampoco me importa lo más mínimo. La cosa es que, durante los dos días que tardé en leermelo, estuve descojonándome todo el rato. Mi novia empezó a pegarme porque mientras ella estaba estudiando para sus exámenes, yo no paraba de reírme impúdicamente. Lo cierto es que el libro es una chorrada detrás de otra. Como pianos. Y me encantó. Así que aquí queda mi recomendación.
No está en español, por cierto (sé que ya estabais camino de las librerías).
viernes, 3 de febrero de 2012
1Q84, de Haruki Murakami
Por algún motivo (bueno, para que pagues dos veces), este libro se vende en dos partes, aunque para cuando salió en España ya habrían podido hacerlo en un solo volúmen. ¿Por qué empiezo diciendo esto? Porque entre que sacaron la primera parte y la segunda me hicieron esperar unos ocho meses. No sé si fue esto, pero la segunda parte del libro me pareció de una sosez inenarrable.
La primera parte del libro está bastante bien, es muy misteriosa y los personajes te enganchan, no mete demasiadas cosas mágicas, lo cual está bien y la historia fluye estupendamente. Te quedas con ganas de acabarlo.
El problema es que la segunda parte del libro (lo que ellos llaman "libro 3") defrauda de manera espectacular. La historia pierde todo el fuelle, los personajes se vuelven unos sosos que no te importan demasiado y para cuando vas por la mitad ya lo único que deseas es que se acabe para poder pasar a otra cosa.
Ya digo que puede que sea por la espera, que me hizo desconectar un poco de la trama, pero me parece que no, porque la primera parte me encantó y la indiferencia hacia la segunda fue absoluta.
¿Qué hacer entonces? ¿Merece la pena un libro con el que vas a disfrutar al principio pero que va a acabar en fraude? Es un poco como preguntarse si merece la pena ver la serie Perdidos, sabiendo que la primera mitad es magnífica y la segunda un truño. Si pudiera volver al pasado y aconsejarme sobre este libro, mi respuesta final sería: no merece la pena. Con lo que te vas a quedar al final va a ser con la decepción.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Madre Tigre, de Amy Chua
Este libro estuvo precedido de una polémica totalmente absurda en los medios, propiciada por gente que o no lo había leído o es realmente estúpida (este link es un ejemplo de alguien que NO lo ha leido).
"Madre tigre" está escrito por una mujer china americana y cuenta cómo fue la crianza de sus hijas. Para los que vivais en otro planeta, os diré que los chinos tienen fama (especialmente en estado unidos) de ser extremadamente estrictos, priorizar de forma absoluta el trabajo a todas horas y funcionar con castigos. En el mundo del circo o de la música no es nada raro encontrarse con niños chinos que hacen cosas espectaculares, gracias a las mil horas diarias que sus padres les obligan a practicar.
Pues bien, se supone que en este libro esta madre hacía apología de su forma de educar a las niñas (una es pianista y la otra violinista), y a todo el mundo le parecía muy escandaloso y tal. No fue esa mi impresión al leer el libro (de hecho, el subtítulo en la versión americana es "cómo fui amansada por mi hija de 13 años")(vale, no dice amansada, pero dime tú cómo traduces "humbled"). En realidad el libro es bastante reflexivo en ese aspecto, aunque más que hablar de ello (el estilo educativo ultra-autoritario), cuenta cómo fueron pasando las cosas. Y la sensación con la que te quedas al final es bastante mixta: por un lado, los resultados son innegables (las dos tienen mucho éxito en lo suyo y eso les gusta), por el otro, sus vidas (madre incluida) han sido un puto infierno. Y te quedas con esa sensación ambigua, lo cual está muy bien porque creo que es bastante realista. No me pareció en absoluto que defendiera a ultranza su forma de educar, ni tampoco que se arrepintiera. Se queda en un complejo punto medio, como casi todo en la vida. Y lo bueno del libro es que te transmite esa complejidad directamente contándote las cosas, sin rollos reflexivos ni razonamientos inductivos, y eso le da mucha vida al libro.
Y, como plus, es bastante divertido.
"Madre tigre" está escrito por una mujer china americana y cuenta cómo fue la crianza de sus hijas. Para los que vivais en otro planeta, os diré que los chinos tienen fama (especialmente en estado unidos) de ser extremadamente estrictos, priorizar de forma absoluta el trabajo a todas horas y funcionar con castigos. En el mundo del circo o de la música no es nada raro encontrarse con niños chinos que hacen cosas espectaculares, gracias a las mil horas diarias que sus padres les obligan a practicar.
Pues bien, se supone que en este libro esta madre hacía apología de su forma de educar a las niñas (una es pianista y la otra violinista), y a todo el mundo le parecía muy escandaloso y tal. No fue esa mi impresión al leer el libro (de hecho, el subtítulo en la versión americana es "cómo fui amansada por mi hija de 13 años")(vale, no dice amansada, pero dime tú cómo traduces "humbled"). En realidad el libro es bastante reflexivo en ese aspecto, aunque más que hablar de ello (el estilo educativo ultra-autoritario), cuenta cómo fueron pasando las cosas. Y la sensación con la que te quedas al final es bastante mixta: por un lado, los resultados son innegables (las dos tienen mucho éxito en lo suyo y eso les gusta), por el otro, sus vidas (madre incluida) han sido un puto infierno. Y te quedas con esa sensación ambigua, lo cual está muy bien porque creo que es bastante realista. No me pareció en absoluto que defendiera a ultranza su forma de educar, ni tampoco que se arrepintiera. Se queda en un complejo punto medio, como casi todo en la vida. Y lo bueno del libro es que te transmite esa complejidad directamente contándote las cosas, sin rollos reflexivos ni razonamientos inductivos, y eso le da mucha vida al libro.
Y, como plus, es bastante divertido.
domingo, 29 de enero de 2012
Fin, de David Monteagudo
En mi opinión, este libro es uno de los grandes timos que se pueden encontrar en las librerías. Cuando salió, todo el mundo lo puso por las nubes. Escritores respetados hacían reseñas muy favorables, y tú tendías a creertelo. Escrito por un obrero de fábrica (detalle exótico), historia misteriosa (un reencuentro después de nosecuántos años de un grupo de amigos en un caserón en el campo), tenía una pinta interesante.
Y tú te pones a leerlo y así es. Y sigues leyendo, y te intriga... continúas y, aunque te sigue gustando, a medida que avanzas empiezas a tener una sospecha. Cuanto más te acercas al final, más certeza tienes, hasta que llegas a un punto en el que ya no tienes escapatoria. Todavía no te has acabado el libro pero ya sabes que será un fraude monumental.
¿Y qué es lo que pasa? Pues simplemente que el maldito libro no tiene resolución. Te plantean un misterio de la hostia (la gente va desapareciendo una a una, todo se encuentra despoblado...) y luego, al final del libro, no te dicen absolutamente nada. Todo se queda en un libro en el que van esfumándose personas una a una hasta que te dicen "miró a la cuidad y se asombró de lo que vió". Pues muy bien. Felicidades chaval. Plantear misterios irresolubles es muy fácil, lo jodido es saber resolverlos. Quizá es que estoy mal acostumbrado a novelistas que se esfuerzan por sorprenderme con historias de misterio, que se toman la molestia de resolver sus situaciones irresolubles y que no dicen a media novela "ah... esto... pues mira, no sé cómo resolverlo así que así se va a quedar ¡misterio!". No sé si fue esto lo que le pasó o si penso en hacer una novela decepcionante desde el principio, pero sea como sea, a mí me parece un timo. Será que soy un anticuado y quiero historias que se resuelvan, que lleguen a algún lado aunque no me guste, que se cierren. Será algo muy moderno eso de dejarte con la sensación de que te han escamoteado el final del libro, "jugar con las expectativas del lector". Pues vale. Pero si vas a jugar con mis expectativas, por lo menos que no sea para defraudarlas, sino para algo más interesante.
Nada me haría volver a comprar un libro de este señor.
Y tú te pones a leerlo y así es. Y sigues leyendo, y te intriga... continúas y, aunque te sigue gustando, a medida que avanzas empiezas a tener una sospecha. Cuanto más te acercas al final, más certeza tienes, hasta que llegas a un punto en el que ya no tienes escapatoria. Todavía no te has acabado el libro pero ya sabes que será un fraude monumental.
¿Y qué es lo que pasa? Pues simplemente que el maldito libro no tiene resolución. Te plantean un misterio de la hostia (la gente va desapareciendo una a una, todo se encuentra despoblado...) y luego, al final del libro, no te dicen absolutamente nada. Todo se queda en un libro en el que van esfumándose personas una a una hasta que te dicen "miró a la cuidad y se asombró de lo que vió". Pues muy bien. Felicidades chaval. Plantear misterios irresolubles es muy fácil, lo jodido es saber resolverlos. Quizá es que estoy mal acostumbrado a novelistas que se esfuerzan por sorprenderme con historias de misterio, que se toman la molestia de resolver sus situaciones irresolubles y que no dicen a media novela "ah... esto... pues mira, no sé cómo resolverlo así que así se va a quedar ¡misterio!". No sé si fue esto lo que le pasó o si penso en hacer una novela decepcionante desde el principio, pero sea como sea, a mí me parece un timo. Será que soy un anticuado y quiero historias que se resuelvan, que lleguen a algún lado aunque no me guste, que se cierren. Será algo muy moderno eso de dejarte con la sensación de que te han escamoteado el final del libro, "jugar con las expectativas del lector". Pues vale. Pero si vas a jugar con mis expectativas, por lo menos que no sea para defraudarlas, sino para algo más interesante.
Nada me haría volver a comprar un libro de este señor.
viernes, 27 de enero de 2012
Querido líder, de Barbara Demik
El comunismo es fascinante. Ya había leído libros sobre China y Rusia que describían las locuras de estos regimenes, y pensaba que difícilmente se podía superar la paranoia, el control y la miseria de estos, pero este estupendo libro sobre Corea del Norte me ha sacado de mi error. Creo que repetiré la palabra "fascinante" varias veces, estais avisados.
Barbara Demik es una periodista que ha pasado varios años en Corea del Sur entrevistando a los afortunados que conseguían escapar del norte. En este libro reune las historias de seis de ellos, y la cosa es apasionante de principio a fin. Durante todo el libro tuve la sensación constante de estar leyendo "1984" de Orwell, todo es extremadamente parecido, excepto que allí son tan pobres que no tienen electricidad para las cámaras de vigilancia, por lo que usan espías en persona. Pero todo lo demás es un calco. Las televisiones y las radios que vende el gobierno (a los cuatro gatos que se las pueden permitir) están modificadas para que solo capten las señales de canales norcoreanos. Ni siquiera los estudiantes de las universidades de élite de la capital saben lo que es internet, y la mayoría de la población no ha visto en su vida un teléfono móvil. Pero esto es lo de menos. La gran mayoría de la población hace bastantes años que no ha comido carne, ni arroz, ni nada nutritivo, porque llevan décadas de hambruna. Los novios no se atreven a hablar entre sí acerca del régimen y criticar al gran líder en público implica la pena de muerte.
Imaginaos un pais en el que los doctores comen peor que los perros en China (como comprobó una de las protagonistas), en los que nadie, ni en las peores condiciones, ni siquiera se plantea que se pueda vivir de otra forma porque nunca han visto nada distinto. De hecho, ellos están mejor que los demás y están agradecidos al gran líder, ya que este les da casa, educación, comid... ah no, esto no. Para que os hagais una idea, una de las canciones populares del régimen dice "no tenemos nada que envidiar al mundo, no tenemos problemas de comida, ni de ropa". Todo el mundo vive acojonado y hambriento todo el rato, hasta que algún acontecimiento hace que la confianza en el régimen se resquebraje, pero esto es extremadamente difícil en un mundo donde el colegio, los periodicos, los compañeros, todo el mundo, te transmite que estás de suerte por haber nacido en la nación elegida y que el resto del mundo sí que está mal.
El libro transmite de manera genial la atmósfera opresiva del país, la dificultad para pensar libremente, la desesperación... todo queda plasmado a través de las seis vidas que relata. Es fascinante y todo el que pueda debería leerlo. Igual te ayuda a darte con un canto en los dientes.
Barbara Demik es una periodista que ha pasado varios años en Corea del Sur entrevistando a los afortunados que conseguían escapar del norte. En este libro reune las historias de seis de ellos, y la cosa es apasionante de principio a fin. Durante todo el libro tuve la sensación constante de estar leyendo "1984" de Orwell, todo es extremadamente parecido, excepto que allí son tan pobres que no tienen electricidad para las cámaras de vigilancia, por lo que usan espías en persona. Pero todo lo demás es un calco. Las televisiones y las radios que vende el gobierno (a los cuatro gatos que se las pueden permitir) están modificadas para que solo capten las señales de canales norcoreanos. Ni siquiera los estudiantes de las universidades de élite de la capital saben lo que es internet, y la mayoría de la población no ha visto en su vida un teléfono móvil. Pero esto es lo de menos. La gran mayoría de la población hace bastantes años que no ha comido carne, ni arroz, ni nada nutritivo, porque llevan décadas de hambruna. Los novios no se atreven a hablar entre sí acerca del régimen y criticar al gran líder en público implica la pena de muerte.
Imaginaos un pais en el que los doctores comen peor que los perros en China (como comprobó una de las protagonistas), en los que nadie, ni en las peores condiciones, ni siquiera se plantea que se pueda vivir de otra forma porque nunca han visto nada distinto. De hecho, ellos están mejor que los demás y están agradecidos al gran líder, ya que este les da casa, educación, comid... ah no, esto no. Para que os hagais una idea, una de las canciones populares del régimen dice "no tenemos nada que envidiar al mundo, no tenemos problemas de comida, ni de ropa". Todo el mundo vive acojonado y hambriento todo el rato, hasta que algún acontecimiento hace que la confianza en el régimen se resquebraje, pero esto es extremadamente difícil en un mundo donde el colegio, los periodicos, los compañeros, todo el mundo, te transmite que estás de suerte por haber nacido en la nación elegida y que el resto del mundo sí que está mal.
El libro transmite de manera genial la atmósfera opresiva del país, la dificultad para pensar libremente, la desesperación... todo queda plasmado a través de las seis vidas que relata. Es fascinante y todo el que pueda debería leerlo. Igual te ayuda a darte con un canto en los dientes.
lunes, 23 de enero de 2012
Out, de Natsuo Kirino
Todo se prometía emocionante con este libro. Las críticas lo ponían estupendamente, la autora era japonesa (y ya todos sabemos que los japoneses están locos) y la portada era un pegotón de sangre con tropezones. Pero al abrirlo... ah, que coñazo!
La cosa trata de unas empleadas de una fábrica que se ven envueltas en un asesinato, cometido por una de ellas. Como son todas muy majas (bueno, hay una que es una mala pécora pero colabora por dinero), pues la ayudan a deshacerse del cadaver, decuartizandolo en el váter de una de ellas. Luego pasan más cosas con más cadáveres. Parecía que iba a ser un sórdido retrato de unas vidas en una fábrica de mierda, salpicado por goterones de sangre. Pero el resultado, a mi humilde parecer, se asemeja más a la descripción cansina de la rutina de unas amas de casa. Puede que estén descuartizando cadáveres, pero yo tuve la sensación durante toda la novela de que me estaban describiendo escrupulosamente cómo limpiaban un baño, arreglaban la cama, pasaban la mopa... un anticlímax constante.
La autora tiene la increíble habilidad de hacer tedioso lo extraordinario, y asistimos al despedazamiento y posterior reparto de miembros, a los tejemanejes con la yakuza, como quien mira a un señor rellenando impresos.Y la moraleja es: desconfiad de las portadas con pegotones de sangre. Y quizá los japonenes no estén tan locos después de todo.
domingo, 22 de enero de 2012
Battlefield Earth, de L. Ron Hubbard
¡Sí, el fundador loco de la cienciología! Tenía mucha curiosidad por ver cómo eran los libros de ciencia ficción de este señor, así que me hice con este, que tenía el nombre que más me sonaba. Battlefield Earth en concreto está escrito ya bastante después de que nuestro amigo Ron se hiciera cienciólogo, y los que saben de esto detectan algunas de las ideas clave de la secta en esta novela. Yo antes de leerla me informé un poco y pillé algunas, pero seguro que se me escaparon más.
La cosa va de un fornido héroe, de melena rubia al viento y musculosos brazos, que salva la humanidad, y de qué manera! Todo en esta historia es bastante absurdo, pero resulta tan entrañable en su ingenuidad que te acaba dando lo mismo y, al igual que cuando ves una de Bruce Lee y le gritas "¡¡por la espalda Bruce!!", aquí te encuentras todo el rato sufriendo con el gran salvador y deseándole lo mejor.El reparto está bien clarito: los buenos son buenos buenos, y los malos, malos malísimos. Una de las cosas en común con la cienciología es que los malos son una especie de alienígenas psicólogos-psiquiátras, que implantan microchips en el cerebro de los suyos para controlarlos. Nos han calado bien a los psicólogos. Yo sin ir más lejos ahora estoy controlando remotamente al presidente del gobierno y a varios jornaleros de Andalucia, pero esto ya por hobby.
En fin. La cosa va de que la tierra ha sido arrasada e invadida por marcianos del planeta Psychlo, y solo quedan unos poquitos humanos que viven en las montañas con tecnología de la edad de piedra. Pero lo que no pudieron hacer los humanos con sus bombas nucleares y sus aviones a reacción lo logrará Jonnie con su destreza y su ingenio (y su rubia melena). Y bueno, la cosa se desarrolla durante mil y pico páginas. Que yo me leí enteras, ojo, la cosa entretiene y te preguntas todo el rato "¿cómo saldrá Jonnie de esta?".
Al final, y perdonad que os lo reviente, ganan los buenos, pierden los malos, y el bueno se casa con la chica. Como la vida misma.
Punto de fisión, de David Torres
Solo un monstruo sentiría indiferencia por una portada tan chula. ¿Cómo iba yo a resistirme? No lo hice. Y me alegro. Venga, voy a intentarlo con frases de más de cuatro palabras.
Este es uno de esos raros libros que da exactamente lo que promete. Tú le ves la portada, te lees la sinopsis y te haces una idea (en este caso sería algo así como "Suena interesante, divertido y trepidante"), y ¡pam! eso es justo lo que te da.
El libro consiste en varias historias en un principio separadas que poco a poco se van uniendo (ya sé que esto se ha convertido en lo más típico del mundo, pero no tiremos el libro a la basura aun). Hay terroristas chulapos, niños de Chernobil, críticos de cine porno y editores literarios. Con toda esta caterva, uno podría pensar que el libro va a consistir en un batiburrillo de cosas excéntricas que se unen de una forma traida por los pelos, pero lo cierto es que todo va como la seda en esta novela. A pesar de las rarezas aparentes de los personajes y sus historias, todo fluye de manera muy natural, lo que hace que se pueda disfrutar de la historia sin tener la sensación de "¿y esta chorrada ahora a qué viene?". Las historias se engarzan de manera estupenda y uno las va disfrutando una a una y en conjunto.
Tampoco es que este libro se me vaya a quedar grabado de forma indeleble en la memoria, pero pasé buenos ratos con él y no sentí que me hubieran timado después de leerlo, que no está mal.
domingo, 15 de enero de 2012
Los enamoramientos, de Javier Marías
Lo confieso: no acabé el libro. Es un somero coñazo, qué queréis que os diga. Una y otra vez lo he intentado con los libros de Marías, y una y otra vez acabo diciendo "no más". Pero volvía a caer, pues el muy pilluelo me engaña con sus artículos, y todas las críticas le ponen estupendamente. Y tú piensas "¿seré yo?". Y la respuesta es: "no, querido lector, no eres tú, es que es un pelma". Con Los enamoramientos ya no tuve estómago y lo dejé más o menos por la mitad (seguro que ahora viene alguien y dice "eh, justo en la mitad se pone superinteresante y pasan mogollón de cosas!").
El estílo de Marías es plúmbeo. Los monólogos interiores de sus personajes son incesantes, y constantemente hablan de una forma redicha y completamente antinatural, como si estuvieran escribiendo un sesudo ensayo. Yo no digo que los personajes tengan que hablar como las personas reales (sería un auténtico coñazo), pero lo de este hombre es a todas luces excesivo. La historia es básicamente inexistente, el autor se centra en los análisis que hace su personaje de las cosas y los eventos, y este constante rumiar las cosas se hace francamente indigesto.
No cuente conmigo de nuevo, señor Marías, aunque seguiré leyendo sus artículos.
El estílo de Marías es plúmbeo. Los monólogos interiores de sus personajes son incesantes, y constantemente hablan de una forma redicha y completamente antinatural, como si estuvieran escribiendo un sesudo ensayo. Yo no digo que los personajes tengan que hablar como las personas reales (sería un auténtico coñazo), pero lo de este hombre es a todas luces excesivo. La historia es básicamente inexistente, el autor se centra en los análisis que hace su personaje de las cosas y los eventos, y este constante rumiar las cosas se hace francamente indigesto.
No cuente conmigo de nuevo, señor Marías, aunque seguiré leyendo sus artículos.
La conducta de las mariposas, de Pablo Mahaux
Compré este libro por lo que los señores de márketing llaman compra por impulso. Me llamó la atención el título (por pura deformación profesional: soy psicólogo conductista), y luego la sinopsis me pareció interesante, la portada misteriosa y evocadora... tenía toda la buena pinta. Aun así no me decidí a comprarlo, pero nada que no pudieran arreglar los reyes magos.
En cuanto calló en mis manos empezé a leerlo, y cumplió plenamente mis expectativas, cosa que me sorprendió bastante. Está bien escrito, es misterioso y con el ritmo muy bien llevado, habla de psicología conductista (en este caso experimentamos con cobayas humanas de una manera bastante curiosa) y tiene un rollo como de futuro (pero no mucho) distópico, aunque no tan distinto de nuestro presente.
Le pondría solamente dos pegas: una, por el amor de dios, es que el autor tendría que haberse asesorado con un psicólogo de verdad, ya que hay algunos errores perfectamente subsanables en las partes en las que hablan de psicología. Y la otra es su duración. Me quedé tanto con ganas de más... creo que el mundo que ha creado el autor daba para mucho más, y me he quedado con ganas de seguir un tiempo más de turista por ahí.
Obviando estas dos cosas, el libro es estupendo. La historia está bien montada y te obliga a seguir leyendo, pero no por eso te deja con esa sensación de best-seller tan característica, en la que te has trasegado un libraco enorme lleno de giros inesperados pero que no te ha calado nada. Aquí las cosas que pasan suscitan el interés por sí mismas, y no solo por ver cómo se va a resolver la situación.
Espero que el futuro, aunque esté dominado por conductistas retorcidos, nos depare más novelas como esta.
Le pondría solamente dos pegas: una, por el amor de dios, es que el autor tendría que haberse asesorado con un psicólogo de verdad, ya que hay algunos errores perfectamente subsanables en las partes en las que hablan de psicología. Y la otra es su duración. Me quedé tanto con ganas de más... creo que el mundo que ha creado el autor daba para mucho más, y me he quedado con ganas de seguir un tiempo más de turista por ahí.
Obviando estas dos cosas, el libro es estupendo. La historia está bien montada y te obliga a seguir leyendo, pero no por eso te deja con esa sensación de best-seller tan característica, en la que te has trasegado un libraco enorme lleno de giros inesperados pero que no te ha calado nada. Aquí las cosas que pasan suscitan el interés por sí mismas, y no solo por ver cómo se va a resolver la situación.
Espero que el futuro, aunque esté dominado por conductistas retorcidos, nos depare más novelas como esta.
Bajo el influjo del cometa, de Jon Bilbao
Cogí este libro con ganas, a pesar de que el anterior libro del autor que me había leído (Padres, hijos y primates) no me había acabado de convencer. Con este he tenido exactamente la misma sensación. Cada vez que acababa uno de los relatos que lo componen, me quedaba como diciendo "vale...¿y?". A lo mejor es algo premeditado del autor, dejar las cosas abiertas, inconclusas y realmente sin una historia clara contada, pero a mí desde luego me deja igual antes que después. Tampoco es que digas "menudo espanto de libro", para nada, el estilo me parece bastante acertado y se lee muy bien, pero creo que le falta encontrar historias más potentes que contar.
Es uno de esos libros en los que te queda la sensación de que la sinopsis de la cubierta es más interesante que el libro en sí.
martes, 10 de enero de 2012
Marcianos
“¡Somos extraterrestres del planeta Amor, venimos en son de paz!”
La cosa no empezaba bien. Los marcianos se habían plantado en su portal y habían tocado todos los timbres hasta que Tina les contestó.
“¿Y cómo es que habláis castellano?” les contestó.
Se produjo un silencio, con los crujidos propios de un interfono, hasta que contestaron:
“Por una increíble casualidad, nuestros idiomas han evolucionado de forma paralela, excepto algunas diferencias menores. Por ejemplo, en nuestro idioma `primer ministro` se dice `culo`.
“Aquí a veces también” contestó Tina un poco al tun tun, sin saber bien dónde se había metido. Desde luego, no pensaba abrir a esos locos.
“Y `amor`, ¿qué significa en vuestro planeta?” les preguntó.
“Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su bien, a procurar…”
“¡Qué notable coincidencia!” les cortó Tina. “Justo la misma definición de la RAE. “Tenéis académicos allí también?”
“Sí, pero les damos poco de comer porque si no crecen mucho” contestaron los marcianos. “Por cierto, qué clase de persona se sabe de memoria la definición de amor de la RAE? ¿Está, acaso, perturbada?”
“Hombre, estoy hablando con marcianos del planeta Amor, así que muy bien no puedo estar. Pero en este caso la explicación es que soy filóloga”.
“¡Filóloga! La verdad es que nos vendría bien una revisión de… pero bueno, creo que esto se nos ha ido de las manos. Empecemos de nuevo. ¡Venimos del planeta Amor y buscamos la paz universal!”.
“Pues aquí no la van a encontrar… aquí nos peleamos hasta por ir a mear. Además, ¿para qué buscáis la paz? ¿no tenéis en vuestro maravilloso planeta Amor?”
“Pues la verdad es que nuestro planeta es un desastre… el culo, perdón, el primer ministro, le fue cambiando el nombre a medida que la situación se deterioraba. Empezó como “leve reestructuración de la geografía”, ahí fue cuando los volcanes, los tsunamis y los corrimientos tectónicos cambiaron la faz de nuestro mundo. Luego vino la fase de “fraternidad revoltosa”, que fue cuando las guerras civiles y los ataques termonucleares entre naciones… ahí empezamos a sospechar que la cosa igual no iba tan bien como decía el ministro de Felicidad. Al final, la situación y el planeta se rebautizaron como Amor. Ahí ya solo quedábamos algunos grupúsculos diseminados que nos matábamos a dentelladas en cuanto nos veíamos para disputarnos los restos de algún sándwich de atún. Eso sí, entre cada grupo estábamos muy unidos (por las cadenas que nos habían puesto en el ministerio de Trabajo y Realización Personal). Al final, entre unas ruinas, encontramos un vehículo y vinimos para acá. Como le decía, solo buscamos un poco de paz, y quizá, si no es mucha molestia, acurrucarnos en algún rincón calentito…”
“Les advierto que soy mileurista y no tengo nada de valor” contestó Tina, a la vez que le daba al pulsador del portal.
Luego entraron y, tal como habían prometido, se acurrucaron en un rincón del sofá y se durmieron.
La cosa no empezaba bien. Los marcianos se habían plantado en su portal y habían tocado todos los timbres hasta que Tina les contestó.
“¿Y cómo es que habláis castellano?” les contestó.
Se produjo un silencio, con los crujidos propios de un interfono, hasta que contestaron:
“Por una increíble casualidad, nuestros idiomas han evolucionado de forma paralela, excepto algunas diferencias menores. Por ejemplo, en nuestro idioma `primer ministro` se dice `culo`.
“Aquí a veces también” contestó Tina un poco al tun tun, sin saber bien dónde se había metido. Desde luego, no pensaba abrir a esos locos.
“Y `amor`, ¿qué significa en vuestro planeta?” les preguntó.
“Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su bien, a procurar…”
“¡Qué notable coincidencia!” les cortó Tina. “Justo la misma definición de la RAE. “Tenéis académicos allí también?”
“Sí, pero les damos poco de comer porque si no crecen mucho” contestaron los marcianos. “Por cierto, qué clase de persona se sabe de memoria la definición de amor de la RAE? ¿Está, acaso, perturbada?”
“Hombre, estoy hablando con marcianos del planeta Amor, así que muy bien no puedo estar. Pero en este caso la explicación es que soy filóloga”.
“¡Filóloga! La verdad es que nos vendría bien una revisión de… pero bueno, creo que esto se nos ha ido de las manos. Empecemos de nuevo. ¡Venimos del planeta Amor y buscamos la paz universal!”.
“Pues aquí no la van a encontrar… aquí nos peleamos hasta por ir a mear. Además, ¿para qué buscáis la paz? ¿no tenéis en vuestro maravilloso planeta Amor?”
“Pues la verdad es que nuestro planeta es un desastre… el culo, perdón, el primer ministro, le fue cambiando el nombre a medida que la situación se deterioraba. Empezó como “leve reestructuración de la geografía”, ahí fue cuando los volcanes, los tsunamis y los corrimientos tectónicos cambiaron la faz de nuestro mundo. Luego vino la fase de “fraternidad revoltosa”, que fue cuando las guerras civiles y los ataques termonucleares entre naciones… ahí empezamos a sospechar que la cosa igual no iba tan bien como decía el ministro de Felicidad. Al final, la situación y el planeta se rebautizaron como Amor. Ahí ya solo quedábamos algunos grupúsculos diseminados que nos matábamos a dentelladas en cuanto nos veíamos para disputarnos los restos de algún sándwich de atún. Eso sí, entre cada grupo estábamos muy unidos (por las cadenas que nos habían puesto en el ministerio de Trabajo y Realización Personal). Al final, entre unas ruinas, encontramos un vehículo y vinimos para acá. Como le decía, solo buscamos un poco de paz, y quizá, si no es mucha molestia, acurrucarnos en algún rincón calentito…”
“Les advierto que soy mileurista y no tengo nada de valor” contestó Tina, a la vez que le daba al pulsador del portal.
Luego entraron y, tal como habían prometido, se acurrucaron en un rincón del sofá y se durmieron.
Oscuridad
Enciendo la hoguera. Puede que sea la última vez.
Echo leña al fuego. Chisporrotea, y lo veo consumirse lentamente.
Oteo el horizonte, pero nada se divisa. No es extraño, pues es noche cerrada y ¡ay!, mi hoguera es la única luz humana que se puede ver. Que la melancolía se apodere de mí. Tampoco sabe hacer otra cosa, la pobre criatura.
Melancolía, ¿vives bien?
“Me alimento de tu corazón. Pronto no quedará nada y, ¿qué será de mí?”
Así es ella, no piensa más que en sí misma. Ensimismada. Bastante arduo se me hace ya el viejo batallar contra la locura, para encima andar jugando con ésta.
Porque yo no estoy loco. No, todavía no. Yo sé idiomas. Muchos años hace que vienen tras de mí, pero no, aun no ha llegado mi tiempo, el tiempo de sucumbir. Si fuera así lo sabría, ¿no, melancolía?
Se ha ido. A airearse, tomar un descanso, sin duda. Pero volverá, siempre lo hace.
Y sigo aquí, no me han dado caza. Pero cada noche en vela añade un peso en mis ojos, en mi razón también, y yo eso lo noto. Pero notarlo, ¿no es acaso lo mismo que controlarlo? Si yo lo veo, es que YO todavía estoy ahí para verlo.
YO, ¿estás ahí?
Sí, soy yo quién contesta. Eso me tranquiliza, nada habría más horroroso que preguntar por yo y que respondiese otro. ¿No es ese el miedo de todos? Pero, ¿quiénes son todos? ¿Hay alguien realmente ahí fuera, en esa profunda, negra oscuridad? Yo hace tiempo que no los veo. Pero YO sigue aquí, eso me tranquiliza. Deja que te acaricie, YO.
¡No huyas!
¿Me abandonas tú también, YO? ¡La deserción más terrible, la que nunca esperaba! Y sin embargo, ¿no llevaba tiempo ya gestándose, preñada mi mente con este engendro escapista? ¿No estaba todo ya dicho y hecho, cuando empecé a huir? ¿Quién me persigue?
¡YO, vuelve!
¿No ves que todo el mundo alrededor está negro? ¿No ves que vas a perderte, entre tinieblas disuelto? ¿No ves, en fin, que me necesitas?
Pero, ¿qué noto? Aquí, a mis espaldas, ¿eres tú, YO?
Ya veo tu rostro
Me miras
¡Tú!
Caracoles
El lugar se ensombrece mientras, por la noche, pasan los grillos a lucir su voz. Entre las barracas de feria viejas y destartaladas se oyen susurros. El aire es casi tangible, grumoso con la grasa y el aceite de los puestos de la feria y las añejas atracciones. Dos caracoles son los presuntos autores de los susurros.
- Así no hay quien trabaje- dice uno.
- Ya puedes decirlo, las babosas se llevan todo el mérito. Ya no hay orgullo alguno en ser un caracol.
- Siempre nos quedarán las espirales, Maurice- el primer caracol se rasca un ojo que le pica frotándose contra una brizna de hierba, mientras admira la concha del caracol número dos.
- Hombre, es que solo faltaría que nos quitaran eso…- el caracol número dos se revuelve nervioso ante las miradas del otro. No lo dice, pero siempre ha sentido que su concha no era tan buena como las de los demás, y sufre cierto complejo de inferioridad. Esto en un caracol puede convertirse en un problema.
De hecho, el caracol número uno tiene el mismo problema. Por eso en su mirada hay cierto destello de envidia, aunque esto pasa inadvertido para el caracol número dos, ya que la oscuridad los envuelve. Aun así, el segundo caracol nota una extraña reverberación en la voz de su compañero.
Está a punto de ocurrir una muerte.
De repente, se oye el espantoso crujido de una bolsa de papel grasiento de patatas fritas al ser pisado. Pero no se trata de un caracol, si no de un vil humano.
- ¡Salta Maurice!- dice el primer caracol, consciente de la tontería que suelta al mundo.
Maurice se esfuerza por salir del camino, y hace grandes logros atravesando una chapa de Coca-Cola entera.
En vano.
Un crujido mojado atraviesa la noche. Un escalofrío recorre el cuerpo del caracol número uno desde lo más profundo de sí mismo. Cuando el humano ya está lejos, llega al lado del cadáver esparcido de su amigo. Lo contempla.
- Mierda, siempre quise quedarme con su concha.
Se marcha, lentamente, rumiando el fracaso de su plan criminal.
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