domingo, 22 de enero de 2012

Battlefield Earth, de L. Ron Hubbard

¡Sí, el fundador loco de la cienciología! Tenía mucha curiosidad por ver cómo eran los libros de ciencia ficción de este señor, así que me hice con este, que tenía el nombre que más me sonaba. Battlefield Earth en concreto está escrito ya bastante después de que nuestro amigo Ron se hiciera cienciólogo, y los que saben de esto detectan algunas de las ideas clave de la secta en esta novela. Yo antes de leerla me informé un poco y pillé algunas, pero seguro que se me escaparon más.
La cosa va de un fornido héroe, de melena rubia al viento y musculosos brazos, que salva la humanidad, y de qué manera! Todo en esta historia es bastante absurdo, pero resulta tan entrañable en su ingenuidad que te acaba dando lo mismo y, al igual que cuando ves una de Bruce Lee y le gritas "¡¡por la espalda Bruce!!", aquí te encuentras todo el rato sufriendo con el gran salvador y deseándole lo mejor.
El reparto está bien clarito: los buenos son buenos buenos, y los malos, malos malísimos. Una de las cosas en común con la cienciología es que los malos son una especie de alienígenas psicólogos-psiquiátras, que implantan microchips en el cerebro de los suyos para controlarlos. Nos han calado bien a los psicólogos. Yo sin ir más lejos ahora estoy controlando remotamente al presidente del gobierno y a varios jornaleros de Andalucia, pero esto ya por hobby.
En fin. La cosa va de que la tierra ha sido arrasada e invadida por marcianos del planeta Psychlo, y solo quedan unos poquitos humanos que viven en las montañas con tecnología de la edad de piedra. Pero lo que no pudieron hacer los humanos con sus bombas nucleares y sus aviones a reacción lo logrará Jonnie con su destreza y su ingenio (y su rubia melena). Y bueno, la cosa se desarrolla durante mil y pico páginas. Que yo me leí enteras, ojo, la cosa entretiene y te preguntas todo el rato "¿cómo saldrá Jonnie de esta?". 
Al final, y perdonad que os lo reviente, ganan los buenos, pierden los malos, y el bueno se casa con la chica. Como la vida misma.

1 comentario:

  1. Tiene ya varios años que leí la novela -en la contraportada advertían que "será llevada próximamanete al cine", y ese "próximamente" se tardó casi veinte años- Me gustó por entretenida, muy propia para adolescentes cutres, y debó añadir que fue la primera novela "sin monitos" que me leí entera, aunque algunos pasajes se me hicieron verdaderos plomos, como aquel en que Johnny le pide a un viejo psiclo que le diga como fue que ellos se volvieron tan poderosos y tan malos (al parecer 250 mil años atrás no eran así) y el viejo le explica que todo fue obra de unos tales "catristas", que fueron los psiclos originales, y que tiempo después, cuando descubrí una biografía no autorizada de Hubbard pude relacionar con la fobia que el alienado creador de la Dianética le tenía a los psiquiatras(como buen enfermo mental que era). Concluyo que Hubbard debió quedarse escribiendo ciencia ficción en vez de andar inventando religiones que atraen a hollywoodenses como John Travolta -el fallido protagonista de la pésima pelicula, una verdadera decepción tras esperar por años la versión cinematográfica- Concluyo que la novela es divertida si eres adolescente y digerible si eres adulto, aunque no seas "dianético". La película...mejor no la comento más.

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