viernes, 27 de enero de 2012

Querido líder, de Barbara Demik

El comunismo es fascinante. Ya había leído libros sobre China y Rusia que describían las locuras de estos regimenes, y pensaba que difícilmente se podía superar la paranoia, el control y la miseria de estos, pero este estupendo libro sobre Corea del Norte me ha sacado de mi error. Creo que repetiré la palabra "fascinante" varias veces, estais avisados.
Barbara Demik es una periodista que ha pasado varios años en Corea del Sur entrevistando a los afortunados que conseguían escapar del norte. En este libro reune las historias de seis de ellos, y la cosa es apasionante de principio a fin. Durante todo el libro tuve la sensación constante de estar leyendo "1984" de Orwell, todo es extremadamente parecido, excepto que allí son tan pobres que no tienen electricidad para las cámaras de vigilancia, por lo que usan espías en persona. Pero todo lo demás es un calco. Las televisiones y las radios que vende el gobierno (a los cuatro gatos que se las pueden permitir) están modificadas para que solo capten las señales de canales norcoreanos. Ni siquiera los estudiantes de las universidades de élite de la capital saben lo que es internet, y la mayoría de la población no ha visto en su vida un teléfono móvil. Pero esto es lo de menos. La gran mayoría de la población hace bastantes años que no ha comido carne, ni arroz, ni nada nutritivo, porque llevan décadas de hambruna. Los novios no se atreven a hablar entre sí acerca del régimen y criticar al gran líder en público implica la pena de muerte.
Imaginaos un pais en el que los doctores comen peor que los perros en China (como comprobó una de las protagonistas), en los que nadie, ni en las peores condiciones, ni siquiera se plantea que se pueda vivir de otra forma porque nunca han visto nada distinto. De hecho, ellos están mejor que los demás y están agradecidos al gran líder, ya que este les da casa, educación, comid... ah no, esto no. Para que os hagais una idea, una de las canciones populares del régimen dice "no tenemos nada que envidiar al mundo, no tenemos problemas de comida, ni de ropa". Todo el mundo vive acojonado y hambriento todo el rato, hasta que algún acontecimiento hace que la confianza en el régimen se resquebraje, pero esto es extremadamente difícil en un mundo donde el colegio, los periodicos, los compañeros, todo el mundo, te transmite que estás de suerte por haber nacido en la nación elegida y que el resto del mundo sí que está mal. 
El libro transmite de manera genial la atmósfera opresiva del país, la dificultad para pensar libremente, la desesperación... todo queda plasmado a través de las seis vidas que relata. Es fascinante y todo el que pueda debería leerlo. Igual te ayuda a darte con un canto en los dientes.

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