Hace poco he descubierto la magia de las bibliotecas públicas. Si no, probablemente jamás habría leido este libro. Y sería una pena...
Si tenéis el corazón en su sitio, os bastará con las primeras palabras del libro para enamoraros: Como todos los niños bicéfalos de
Baltimore, Leopold, hijo único del magnate Dowson, era un lector
empedernido de ficciones. El problema radicaba en que una de sus cabezas
era incondicional de Herman Melville, mientras que la otra lo era de
Joseph Conrad.
¿Quién puede resistirse? Este es un libro raro. Consiste en una serie de historias muy cortas con una ilustración cada una, y no tienen desperdicio. Dice el autor que compone estos relatos a partir de recortes de revistas del XIX. No sé qué clase de cosas fumaban en el XIX para inspirar relatos como estos, pero claramente deberían volver a fumarse.
Es un libro muy divertido y las ilustraciones le dan un tono victoriano-enciclopedista-steampunk-gramófono. No sé que más puedo decir. Aquí tenéis la primera historia al completo, con ilustración y todo: http://felipe-benitez-reyes.blogspot.com.es/2010/06/formulaciones-tautologicas.html
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